Butterfly House o Casa Mariposa es una pequeña vivienda independiente, compacta y minimalista ubicada en Esher, en el condado de Surrey, Inglaterra. El proyecto se encuentra en la esquina del jardín de la casa principal y está planeada para recibir huéspedes y en algún momento, como hogar de la madre del cliente.
La casa se divide en tres volúmenes que sostienen cuatro estructuras inclinadas que se abren como un abanico simulando las alas de una mariposa, este diseño permite maximizar las vistas y al mismo tiempo mantener la privacidad.
El revestimiento exterior de madera japonesa quemada garantiza una combinación armoniosa con el paisaje natural circundante. En el interior, las vigas de alerce expuestas en el techo dan variaciones dinámicas en el espacio, desde la compresión hasta la expansión. El alerce es un árbol parecido al pino, la madera es rojiza, dura y resistente.
El acristalamiento de la sala garantiza abundante luz natural, iluminando los interiores y generando juegos de sombras que rebotan en los muros de tonos neutros.
La entrada es intrigante; un vestíbulo ligeramente hundido que luego se eleva, se conecta perfectamente con el jardín. Para abordar las necesidades futuras, son evidentes las disposiciones en materia de accesibilidad. La cocina, por ejemplo, cuenta con unidades de almacenamiento bajas y una isla adaptable móvil, mientras que el dormitorio principal y el baño adjunto están diseñados para un posible acceso en silla de ruedas. Aunque funcionalmente amplio, el diseño no compromete la estética.
La cocina, sala y comedor de planta abierta se encuentran dentro del volumen central más alto de Butterfly House, que está conectado a los otros dos volúmenes que contienen los dormitorios.
Los materiales utilizados logran un equilibrio entre practicidad y elegancia. Los pisos de concreto pulido y las sutiles paredes de yeso de arcilla mantienen la coherencia en toda la vivienda, permitiendo que se destaquen los intrincados diseños del techo. Los baños son de diseño simple, iluminados por claraboyas y adornados con azulejos blancos, contrastando con el exterior y amplificando la privacidad.
En cuanto a la construcción, una estructura de madera de alerce sostiene la estructura, complementada con una envolvente bien aislada, triple acristalamiento y un diseño hermético, lo que garantiza la eficiencia energética y un futuro sustentable con posible integración de un sistema de calefacción.
Butterfly House es más que una vivienda; es una composición reflexiva que celebra el delicado equilibrio entre arquitectura y naturaleza, entre forma y función, sin dejar de lado la luz, el volumen y el material.
Las fotografías son de Ståle Eriksen